La depresión es un problema de salud mental cuyos signos y síntomas pueden no ser fáciles de reconocer, sobre todo por el individuo que lo padece.
Esta condición ocurre debido a que nuestra mente primero hace gala de mecanismos de defensa previos a reconocer abiertamente la necesidad de ayuda, como la negación y racionalización del problema que puede llevarnos a no pedir apoyo.
Ésta es la razón por la cual en muchos casos se opta por una solución parcial que generalmente agrava el problema como el alcoholismo y la drogadicción e incluso con sentimientos de rechazo hacia el personal e instituciones de salud argumentando «no estar loco para pedir ayuda».
En este sentido hay grupos vulnerables como los adolescentes, los adultos intermedios entre la cuarta y quinta década de vida y los adultos mayores, a quienes la depresión suele atacar con mayor frecuencia; hace 20 años la depresión solía presentarse más en mujeres que en hombres, sin embargo las últimas investigaciones revelan que actualmente ataca prácticamente por igual ambos géneros.
«Recordemos que la depresión se encuentra detrás de muchos casos de fracaso escolar, laboral y de pareja por citar algunos en los que opera de forma latente.»
Algunos síntomas principales de la depresión son:
- Sensación de tristeza la mayor parte del día, en adolescentes y niños. Esta sensación puede sustituirse por irritabilidad
- Pérdida de interés y apatía en nuestro trabajo, la escuela o todas aquellas actividades que comúnmente se disfrutaban.
- Aumento o pérdida de peso en más de un 5% al mes
- Hipersomnia, es decir dormir por periodos superiores a 8 horas en adultos y adultos mayores, 10 horas en adolescentes y 12 horas en niños entre 8 y 12 años, este criterio es reservado para niños menores de 6 años.
- Insomnio intermitente (despertar varias veces en la noche), insomnio general (no conciliar el sueño, incluso toda la noche) ó baja calidad en sueño, es decir dormir y tener la sensación de no descansar.
- Constante sensación de fatiga y/o mucho trabajo para iniciar y mantener actividades, condición que conocemos típicamente como flojera.
- Sentimientos de inutilidad, incapacidad y culpa excesiva por los eventos que vivimos en el presente y pasado.
- Incapacidad para concentrarse y tomar decisiones.
- Necesidad de aislarse.
- En muchos casos, constante necesidad de beber alcohol y/o otras sustancias.
Si presentamos más de dos de los síntomas descritos en un periodo mayor a quince días, es conveniente asistir a los servicios de salud para diagnosticar oportunamente el tipo y la intensidad de depresión o en su defecto para diferenciarlo de otra condición mental u orgánica.
«Flojera, cansancio, derrotismo, necesidad de aislarse son sólo algunos de los síntomas.»
Hoy en día, la depresión afecta a 340 millones de personas alrededor del globo. Aunque existen hoy en día excelentes terapeutas para tratar este mal. El primer paso debe darlo uno, aceptando que tiene un problema. Es de recalcar que hacer esto no es un símbolo de debilidad sino de pleno reconocimiento de que toda personal, quien quiera que sea, tiene limitaciones.