Ya sea que estés a punto de iniciar un gran proyecto tanto personal como profesional o lleves tiempo en él, siempre nos encontraremos con barreras en el camino que lejos de ayudarnos nos generan un problema que nos impide avanzar por completo y el peligro con esto es que, puedes caer en la frustración de no ver resultados y abandonar todo.
Y me refiero a problemas como no conseguir el número de inmuebles que necesitas en tu inventario o la cantidad de clientes que necesitas para mover ese inventario, al fina del día son metas que debes alcanzar.
Cuando esto pasa, usualmente caemos en la desesperación y nos envolvemos tanto en querer resolver el problema que es muy difícil encontrar las soluciones correctas. Para evitar esta sensación, lo primero que debes hacer es sentir que conoces el problema a raíz, esta sensación te hará ver la situación más objetivamente. Y para llegar a esa sensación te comparto 3 consejos.
VISUALIZA TU TERRENO
Muchas veces buscamos solucionar el problema sin haberlo analizado a detalle. En vez de querer encontrar las soluciones, en una hoja de papel escribe cuál es el problema que te está impidiendo alcanzar tus metas. En una de esas, no hay problema y te estás desgastando en cosas que no tienen sentido.
NO PIERDAS TIEMPO
Uno de los principales enemigos de los objetivos es la planeación, si lo planeas demasiado perderás tiempo, así que una vez que tengas identificado tu problema real, piensa en un par de soluciones y comienza a moverte ya que solamente activándote podrás ver las cosas con más claridad, es decir, no pierdas tiempo planeando y salta al campo de batalla.
APRENDE DE TUS ERRORES
A medida que avances tanto con tu proyecto como con la resolución de tus problemas irás adquiriendo experiencia y esa experiencia te ayudará a anticiparte a muchas cosas y por lo tanto, esa sensación de conocer los problemas con mayor profundidad será cada vez más frecuente.
Piensa en estos consejos como una plantilla de trabajo para ver resultados aún cuando no tengas idea de cómo empezar. Solo debes comenzar por el principio y mantenerte en movimiento.