La escritura es un documento que prueba que eres el dueño de un inmueble. Si se cumple con los requisitos, facilita la venta del inmueble o la transmisión del mismo en caso de herencia, sin problemas. Además, la escritura protege contra posibles fraudes, ya que el Código Civil exige que la propiedad se transmita mediante una escritura pública ante notario.
Para escriturar, se deben presentar ciertos documentos al notario como el título de propiedad, boletas de predial y agua de los últimos 5 años, identificaciones oficiales del vendedor y comprador, y en caso de estar casados, el acta de matrimonio. En el caso de adquirir un departamento o casa en condominio, se necesita una copia del régimen de propiedad en condominio y una constancia de no adeudo emitida por el administrador del condominio. Si se está haciendo el trámite a través de un crédito hipotecario, el banco asigna al notario.
Los pasos para escriturar incluyen asistir a una cita con el notario, obtener constancias de uso de suelo y no gravamen, confirmar que el vendedor está capacitado para vender el inmueble, redactar la escritura y firmar el contrato de compraventa. El notario retiene y paga los impuestos federales y estatales que corresponden a la compraventa, y emite un testimonio y lo registra en el Registro Público de la Propiedad para registrar al nuevo propietario.
Los impuestos que se pagan son el IVA, el ISR y el ISAI. Los notarios tienen la obligación de entregar todos los impuestos retenidos del comprador y del vendedor 15 días después de la firma de la escritura, proporcionar al vendedor el cálculo del ISR con acuse de recibo, entregar su factura electrónica de honorarios y gastos notariales y entregar la factura complementaria electrónica con la comprobación de los impuestos retenidos.
Recuerda que escriturar es la única forma de garantizar la propiedad de tus bienes inmuebles.
